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No Víctor:

La "tora" no es contemporánea a nuestro Señor Jesucristo, fue escrita unos catorce siglos antes de su nacimiento, por Moisés. Y los evangelios se empezaron a escribir apenas diez años después de la muerte de Nuestro señor Jesucristo. El ultimo fue el de San Juan; y destaco que los evangelistas "SI" fueron contemporáneos de Cristo. Los apóstoles no inventaron la Iglesia, ya te dije las citas bíblicas donde Jesucristo instituye su Iglesia. Pero no solo es eso, las sinagogas fueron figura de las actuales iglesias. Y en cuanto a Nuestro Señor Jesucristo, Segunda Persona de la Sanísima Trinidad y por tanto, Dios; ejerció diferentes actividades: Maestro, Profeta, Medico, Carpintero, y las mas importantes: "Sacerdote y Mesías; es decir Redentor Dios-Hombre".

En lo subsecuente explico a detalle lo expuesto Por favor léelo completo).

Torá significa instrucción ó enseñanza. Es el significado de los cinco Libros de Moisés, también conocidos como "Pentateuco"(en Griego).

Torá denota doctrina o ley. Los nombres de los cinco libros de Moisés son “Bereshit, Shemot, Vayikrá, Bemidbar y Devarim”; son tomados de las primeras palabras con las cuales cada uno de ellos comienza; por tanto, los nombres que conocemos hoy de ellos como Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, son así llamados por causa de su contenido.

El contenido de la Torá tiene que ver mayormente con dos aspectos: Histórico y Legal. El primero nos da la historia de los Judíos desde la creación del hombre hasta la muerte de Moisés, mientras que el segundo, se aplica a las enseñanzas con las cuales se regula la vida humana, llevándolo a perpetuar ciertos actos (ordenamientos), o también, a retraerlo de no cometerlos (prohibiciones).

Estas enseñanzas se enumeran en un total de 613 mandamientos; de los cuales, 248 son mandatorios y 365 son prohibiciones.

El Pentateuco se divide en 54 porciones, llamados "Sidrot" o "Parashot" (Parashá -Porción- es en singular). Cada porción es leída por el pueblo judío el Sábado en la mañana durante los servicios y así, es leído completamente hasta el final del año. Esto es hecho de acuerdo a las ideas de Moisés y Ezra en orden de que el pueblo no se mantuviese ignorante.

El Pentateuco, encabeza los 73 libros de la Biblia, y constituye la magnífica puerta de la Revelación divina. Su fin general es: exponer cómo Dios escogió para sí al pueblo de Israel y lo preparó para la venida de Jesucristo; de modo que en realidad es Jesucristo quien aparece a través de los misteriosos destinos del pueblo escogido.

El autor del Pentateuco es Moisés, profeta y organizador del pueblo de Israel, que vivió en el siglo XV o XIII antes de Jesucristo. No solamente la tradición judía sino también la cristiana ha sostenido siempre el origen mosaico del Pentateuco. El mismo Jesús habla del "Libro de Moisés" (Mc., 12, 26), de la "Ley de Moisés" (Lc., 24, 44), atribuye a Moisés los preceptos del Pentateuco (cf. Mt., 8, 4; Mc., 1, 44; 7, 10; 10, 5; Lc. 5, 14; 20, 28; Juan 7, 19), y dice en Juan 5, 45: "Vuestro acusador es Moisés, en quien habéis puesto vuestra esperanza. Si creyeseis a Moisés, me creeríais también a Mí, pues de mí escribió él".

Fundada en estos argumentos, la Pontificia Comisión Bíblica el 27 de junio de 1906 ha determinado, con toda su autoridad, la integridad y genuinidad de los Libros de Moisés. La misma Pontificia Comisión Bíblica ha inculcado, el 30 de junio de 1909, el carácter histórico de los primeros tres capítulos del Génesis, estableciendo que los sistemas inventados para excluir de éstos el sentido literal, no descansan en fundamentos sólidos.

Todos los ataques de la crítica moderna contra la autenticidad y el carácter histórico de los libros de Moisés han fracasado, especialmente los intentos de atribuir el Pentateuco a tres o cuatro autores distintos (Elohista, Jahvista, Código sacerdotal, Deuteronomio) y la teorías de la escuela evolucionista de Wellhausen, que en el Pentateuco no ve más que un reflejo de ideas y mitologías babilónicas, egipcias, etc. Una comparación exacta de los relatos bíblicos con los extra bíblicos demuestra, muy al contrario, la superioridad absoluta de aquéllos sobre éstos que, en general, no son sino pobres y desfigurados restos de la Revelación primitiva.

"Génesis" significa generación u origen. El nombre nos indica que este primer libro de la Revelación contiene los misterios de la prehistoria y los comienzos del Reino de Dios sobre la tierra. Describe, en particular, la creación del universo y del hombre, la caída de los primeros padres, la corrupción general, la historia de Noé y el diluvio. Luego el autor sagrado narra la confusión de las lenguas en la torre de Babel, la separación de Abraham de su pueblo y la historia de este patriarca y de sus descendientes: Isaac, Jacob, José, para terminar con la bendición de Jacob, su muerte y la de su hijo José. En esta sucesión de acontecimientos históricos van intercaladas las grandes promesas mesiánicas con que Dios despertaba la esperanza de los patriarcas, depositarios de la Revelación primitiva.

"Éxodo", es decir, salida, se llama el segundo libro, porque en él se narra la historia de la liberación del pueblo israelita y su salida de Egipto. Entre el Génesis y el Éxodo median varios siglos, es decir, el tiempo durante el cual los hijos de Jacob estuvieron en el país de los Faraones. El autor sagrado describe en este libro la opresión de los israelitas; luego pasa a narrar la historia del nacimiento de Moisés, su salvamento de las aguas del Nilo, su huida al desierto y la aparición de Dios en la zarza. Refiere después, en la segunda parte, la liberación misma, las entrevistas de Moisés con el Faraón, el castigo de las diez plagas, el paso del Mar Rojo, la promulgación de la Ley de Dios en el Sinaí, la construcción del Tabernáculo, la institución del sacerdocio de la Ley Antigua y otros preceptos relacionados con el culto y el sacerdocio.

"Levítico" es el nombre del tercer libro del Pentateuco. Derívase la palabra Levítico de Leví, padre de la tribu sacerdotal. Trata primeramente de los sacrificios, luego relata las disposiciones acerca del Sumo Sacerdote y los sacerdotes, el culto y los objetos sagrados. Con el capítulo 11 empiezan los preceptos relativos a las purificaciones, a los cuales se agregan instrucciones sobre el día de la Expiación, otras acerca de los sacrificios, algunas prohibiciones, los impedimentos matrimoniales, los castigos de ciertos pecados y las disposiciones sobre las fiestas. En el último capítulo habla el autor sagrado de los votos y diezmos.

"Números" es el nombre del cuarto libro, porque en su primer capítulo refiere el censo llevado a cabo después de concluida la legislación sinaítica y antes de la salida del monte de Dios. A continuación se proclaman algunas leyes, especialmente acerca de los nazareos, y disposiciones sobre la formación del campamento y el orden de las marchas. Casi todos los acontecimientos referidos en los Números sucedieron en el último año del viaje, mientras se pasan por alto casi todos los sucesos de los treinta y ocho años precedentes. Descuellan algunos por su carácter extraordinario; por ejemplo, los vaticinios de Balaam. Al final se añade el catálogo de las estaciones durante la marcha a través del desierto, y se dan a conocer varios preceptos sobre la ocupación de la tierra de promisión.

El "Deuteronomio" es, como expresa su nombre, "la segunda Ley", una recapitulación, explicación y ampliación de la Ley de Moisés. El gran profeta, antes de reunirse con sus padres, desarrolla en la campiña de Moab en varios discursos la historia del pueblo escogido inculcándose los divinos mandamientos. En el primero (1-4, 43), echa una mirada retrospectiva sobre los acontecimientos en el desierto, agregando algunas exhortaciones prácticas y las más magníficas enseñanzas. En el segundo discurso (4, 44-11, 32) y en la parte legislativa (caps. 12-26), el legislador del pueblo de Dios repasa las leyes anteriores, haciendo las exhortaciones necesarias para su cumplimiento, y añadiendo numerosos preceptos complementarios. Los dos últimos discursos (cap. 27-30) tienen por objeto renovar la Alianza con Dios, lo que, según las disposiciones de Moisés, ha de realizarse luego de entrar el pueblo en el país de Canaán. Los capítulos 31-34 contienen el nombramiento de Josué como sucesor de Moisés, el cántico profético de éste, su bendición, y una breve noticia sobre su muerte. El Deuteronomio es, según dice S. Jerónimo, "la prefiguración de la Ley evangélica".

28.06.14

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