En Honor a las Buenas Mujeres y al Verdadero Matrimonio (Primera parte).
Si tienes a tu lado a una buena mujer, tradicional; tienes que sentirte agradecido con Dios y con la vida.
Cuando estas con una mujer así, nunca tendrás que sacrificar libertad por amor. Tú estás a cargo y tu pareja se siente cómoda con esa situación, y eres el doble de libre que cuando eras soltero. Una mujer tradicional es pasiva por naturaleza; la pasividad es el principio femenino natural. El matrimonio activo (masculino) y pasivo (femenino) es la base de la heterosexualidad.
Las mujeres hoy en día sienten vergüenza de ser amas de casa. ¿Cómo llegó a pasar esto? ¿Cómo pasó la maternidad de ser alabada a ser estigmatizada? Este cambio de percepción es consecuencia de la subversión ideológica, del liberalismo revolucionario y de todos los errores que se han hecho penetrar hasta la base misma de la vida gregaria: “La familia”, célula madre de toda sociedad, institución básica de todo conglomerado humano, y no debemos olvidar que es de origen divino. Por desgracia el hombre moderno prefiere que las mujeres sean objetos, sexuales o empresariales, pero no esposas y madres.
Una mujer necesita a un hombre que la ame. La noción de que ella debe de ser "independiente" y orientada exclusivamente a una carrera profesional para “triunfar en la vida”, es simplemente absurda. Como si el cubrir un perfil profesional fuese superior a construir un hogar solido, permanente y a cuidar de sus seres queridos; como si obedecer a un jefe fuese superior a ayudar al hombre que ella escogió para amar y casarse.
No hay mayor bendición que una mujer cuya gracia, belleza y amor, envuelven un hogar como la luz del sol; no hay mayor regalo que el precioso amor que ella da a su esposo e hijos.
People who have added this post to chosen
Albina
Nadezhda